lunes, 3 de agosto de 2009

El pasado que añora ser presente.

Es hora de decir adiós a esos sueños de verano que nos acompañaron en los momentos de soledad cuando no estábamos en mutua presencia, es hora de partir y comenzar a vivir con el recuerdo del pasado que añora volver a ser presente, con el silencio de las noches pensantes en nuestro amor, con el cariño inocente que se transformó en fulminante, con la ternura de ayer que ahora es desgarro por no tenerte.

Amor sentí, pero tal vez no por ti, sino por lo que en mí provocabas, por lo que me hacías sentir cuando estaba a tu lado, por la esperanza que dabas a mi vida de compañía incondicional, por la ilusión de olvidar tristezas del pasado, por el deseo de aprender de la vida tomado de tu mano, por la satisfacción de saber que siempre estarías ahí para mí, totalmente disponible.

Corazón, ahora veo que te fallé, abusé de tu amor hasta el punto de que olvidaras aquel pasado que yo vi glorioso pero para ti fue doloroso, dejé una marca indeleble en tu vida que te trajo pesares y melancolía, y ahora, en éste duro y cruel presente, la congoja se y traspasa a mí como el amor que en el ayer te adeudé, embargando mi felicidad para pagar el empeño que algún día me confiaste.

Sin más que decir me despido de ti, de lo que sentí, de tu amor y del pasado que no volverá a ser presente y que se quedará en el olvido añorando ocupar el lugar en el que alguna vez estuvo, pero donde jamás volverá a estar.

domingo, 22 de febrero de 2009

Un abrir y cerrar de ojos.

No puedo más que cerrar mis ojos e imaginar que toco tus labios con los míos, que rozo mi piel con la tuya, que respiro junto a ti haciendo de nuestros suspiros uno sólo, latiendo nuestros corazones al unísono, exudando gotas de placer por los poros, amándonos con ternura y desenfreno, pero que triste es todo cuando los abro, no fue más que un parpadeo fugas que hizo que mi mente creara un flash back hermoso de un romance de soñar. Como quisiera que fuera verdad, verdad el poder tenerte a mi lado y no sentir el temor de estar en tu ausencia, verdad el acariciar tu cabello, tocar tus labios, besar tu cuerpo sin pedir permiso a nadie, verdad tenerte a mi lado y no contemplarte a la distancia… simplemente rogaría por dejar de ser un simple espectador de tu vida, y pasar a ser un protagonista de ella.

Si tan sólo permitieras alguna cercanía… pero sé que es imposible a tus ojos, jamás veras lo cierto de mi sentir y por ende no entenderás lo que escribo aquí.

Cierro los ojos nuevamente, dolor veo al alejarte de mí, sufro con tu juego infantil, lloro con tu vacío interior y muero cuan guerrero apuñalado. Simplemente no eras para mí, pero eso jamás entendí, abro los ojos y veo razón, pero esa es una cosa que no entiende el corazón ya que él se alimenta de dulzura y calor no dejando cabida a un agrio sabor.

Por última vez cierro los ojos, y mi sueño continúa, a duras penas se mantiene en mi mente, pero mi alma quiere que se quede por siempre. Mi mente insiste que te aleje del presente pero no, amor no, no puedo dejar de quererte, imposible es no desearte, que más quisiera yo que olvidarte.

Amor, si comprendes mi dolor, olvida tu juego infantil que muñeco no soy, tengo corazón y late por ti, no desperdicies mi sentir, guárdalo y consérvalo hasta el fin.

sábado, 21 de febrero de 2009

Hermosos rosales.

Como me gustaría poder caminar por los rosales de la vida sin llorar, dejando las heridas sangrar sin preocuparme por el dolor que éstas han de causar, pero me es imposible pues soy temeroso, huyo del sufrimiento apenas lo huelo y contradictoriamente lo amo pues sé que sin él la monotonía haría de vivir un morir y de morir un descanso.
Es por esto que creo la vida es similar a un rosal, pues éste último muestra orgulloso al pasajero sus hermosos capullos, con vívidos colores y un aroma placentero pero aún así guarda un arma punzante detrás de tanta belleza puesto que si alguien osa arrancar una flor sin dudarlo se clavará, sufrirá y sangrará.
¿No es acaso así la vida? Ella nos tienta con sus hermosuras y somos nosotros los que decidimos arriesgarnos a tomarlas o no, sabiendo de algún modo que podemos sufrir y llorar lágrimas sangre. ¿No es una flor hermosa la existencia? Gracias a sus métodos de defensa ella puede hacernos gozar de lo bello y sufrir con lo malo, nos enseña a tenerle respeto, pues es la soberana del alma, nos muestra como la belleza merece ser contemplada y no ser arrancada del lugar en el que está, nos alecciona y aprendemos que si nos arriesgamos debemos asumir las posibles derrotas y no jactarnos de los posibles triunfos. No hay mejor maestra que ella, pues aunque duras son sus lecciones son las más claras y con cada vez que nos hace caer más sabiduría alcanzamos.

viernes, 20 de febrero de 2009

Vida invernal.

Hielo blanco y sombrío, tu gélido aroma invernal me hace creer que jamás saldrá el sol, que tu tormenta blanca ha cubierto hasta lo más profundo de los sentimientos de la humanidad, dejándome con remotas esperanzas de encontrar la calidez que espero recibir.
Si tan sólo supiera que luego saldrás astro rey, mi alma amainaría su angustia agónica de no saber cuando verá esa tan ansiada luz, si tan sólo supiera que más allá de esos grises cúmulos algodonosos, hay más que sólo tinieblas y lágrimas creería que la vida es posible y esa gota de esperanza me haría soportar los retumbantes latidos de auxilio que pide mi ser.
Creer en eso, aún así me parece utópico, creer que hay más que sólo dolor me resulta imposible, pues es un sentimiento que me ha acompañado durante este oscuro tiempo de soledad, es más, se ha hecho el habitante pródigo de cada recóndito lugar de mi cuerpo, abundando en cada célula de él.
Oh! Hielo Blanco y sombrío, que triste es el juego del que me haces partícipe, jamás quise entrar en la competencia, pero de la noche a la mañana me tomaste como esclavo y hoy me tienes como un peón más de tu enorme tablero, libérame de una vez y deja que mi sangre pueda correr libremente por mis venas, sin que se estanque por el sólo hecho de estar gélida como tú, permite que mi corazón vuelva a latir como alguna vez lo hizo y terminemos éste juego horrendo de nunca acabar.

jueves, 19 de febrero de 2009

Vivir en soledad.

En estos momentos la soledad carcome mi alma cuan buitre come de su carroña, destrozando y desgarrando la carne hasta despojar el cuerpo de todo lo que le pudo haber sido útil. Es ahora cuando mi corazón hace su llamado palpitante de atención y afecto, en el que los latidos producen un eco ensordecedor que sólo yo puedo oír, pues si alguien más lo escuchara se apiadaría y llegaría corriendo a rogar para detenerlo antes de lograr la demencia total.
Estoy loco, pues sí y es esta triste soledad la que me ha dejado así, sin tener a nadie con quien compartir mis emociones y dejando mis sentimientos al aire, sin mayor refugio, mostrando mis debilidades a todo mundo y aprovechándose ellos de que al verlas pueden atacar mis puntos débiles hasta hacerme morir y de la peor forma, de tristeza y soledad, sin que alguien pueda encargarse del post mortem, simplemente porque ninguno se interesa por lo que pueda pasarle a uno más de la lista de los condenados al dolor.
Quiero creer que es sólo un sueño, pero veo que jamás puedo despertar, si no es un sueño eterno ¿qué puede ser?, ¿Vida? Pues si a esto se le llama así diría que es el infierno mismo y creería rotundamente que la muerte es el descanso de estas llamas, en las que con nadie puedo llorar para apaciguar mi alma y donde esta última ni al soberano de las tinieblas le pertenece y por una simple razón, a nadie pertenezco y a nadie lo haré, sólo a la amargura de tener conciencia de que los días sin compañía no son más que una larga agonía.

miércoles, 18 de febrero de 2009

La carrera de la vida.

A veces creemos ser felices sin tomar en cuenta que dicha emoción es totalmente efímera, se esfuma con la más mínima brisa y avanza tan rápido por el aire que no somos capaces de alcanzarla, es entonces cuando sentimos que nuestros pasos se hacen lentos ante una carrera de nunca acabar y terminamos extenuados a la mitad del camino sin querer seguir adelante y con cero interés por descubrir que cosas pueden haber en nuestra ruta. Claramente en el trayecto nos encontraremos con dificultades, obstáculos que tal vez nos costará superar, como también habrá momentos en los que el sendero será hermoso y tranquilo, en el que nos sentiremos calmados avanzando, pero eso es algo que no podremos descubrir si no continuamos. La vida nos propone respuestas simples ante la encrucijada de intentar o no llegar a la meta, es tan simple como un "sí" o un "no", pero a la vez tan complejo como entender que si decimos "sí" podremos vivir mil cosas que no se pueden predeterminar y si decimos "no", quedaremos con la incertidumbre de qué es lo que pudo venir más adelante. Es el miedo el que nos impide seguir, hay que luchar contra él, pero es en éste instante en el que estoy embargado por él, ¿qué es lo que se puede hacer frente a un sentimiento tan amargo que nos deja sin ganas de probar más?, por más dulce que pueda parecer lo que tenemos en frente tememos a que en su interior pueda contener un bodrio que nos haga sentir su agrio sabor. Todo es relativo, todos tenemos distintas visiones de las cosas pero sólo sé algo, el ser humano gusta de caer una y otra vez con la misma piedra.