domingo, 22 de febrero de 2009

Un abrir y cerrar de ojos.

No puedo más que cerrar mis ojos e imaginar que toco tus labios con los míos, que rozo mi piel con la tuya, que respiro junto a ti haciendo de nuestros suspiros uno sólo, latiendo nuestros corazones al unísono, exudando gotas de placer por los poros, amándonos con ternura y desenfreno, pero que triste es todo cuando los abro, no fue más que un parpadeo fugas que hizo que mi mente creara un flash back hermoso de un romance de soñar. Como quisiera que fuera verdad, verdad el poder tenerte a mi lado y no sentir el temor de estar en tu ausencia, verdad el acariciar tu cabello, tocar tus labios, besar tu cuerpo sin pedir permiso a nadie, verdad tenerte a mi lado y no contemplarte a la distancia… simplemente rogaría por dejar de ser un simple espectador de tu vida, y pasar a ser un protagonista de ella.

Si tan sólo permitieras alguna cercanía… pero sé que es imposible a tus ojos, jamás veras lo cierto de mi sentir y por ende no entenderás lo que escribo aquí.

Cierro los ojos nuevamente, dolor veo al alejarte de mí, sufro con tu juego infantil, lloro con tu vacío interior y muero cuan guerrero apuñalado. Simplemente no eras para mí, pero eso jamás entendí, abro los ojos y veo razón, pero esa es una cosa que no entiende el corazón ya que él se alimenta de dulzura y calor no dejando cabida a un agrio sabor.

Por última vez cierro los ojos, y mi sueño continúa, a duras penas se mantiene en mi mente, pero mi alma quiere que se quede por siempre. Mi mente insiste que te aleje del presente pero no, amor no, no puedo dejar de quererte, imposible es no desearte, que más quisiera yo que olvidarte.

Amor, si comprendes mi dolor, olvida tu juego infantil que muñeco no soy, tengo corazón y late por ti, no desperdicies mi sentir, guárdalo y consérvalo hasta el fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario